A diario nos topamos con todo tipo falacias que van desde la política y todo lo humano posible que en medio de las mentiras nos confunden con verdades que resultan siendo falsas. Podríamos decir que cuando algunos políticos afirman de los peligros en que viven las democracias, lo correcto sería decir que la falsedad del que lo dice, lo pone a uno a pensar sobre la veracidad de sus actuaciones, y basados en estas deducimos si nos están engañando o no, y claro que así nos confunden cuando los terminamos apoyando y cuando menos nos damos cuenta nos enceguecen con sus mentiras, como cuando un político afirma que no habrá ningún plan para elevar los impuestos, y cuando menos pensamos saca una ley que los eleva; y así caemos en cuenta de lo que son las mentiras piadosas. Así son las formas como lo hacen los grandes hacedores de los gobiernos que hemos tenido en el mundo, baste decir que así fue la forma como el nacizmo se fue apropiando del estado en Alemania con la participación activa de Goebbels quien sería el gestor de la propaganda nazi mediante sus formas prácticas como las que de una mentira repetida mil veces se haría realidad, y la ambición desmedida de Hitler y todos los que participaron en cierta medida surgida del pensamiento italiano promovido por Mussolini en Italia, quien ante el fracaso económico mundial del capitalismo, un socialista convencido terminaría tomándose el poder por la fuerza mediante los enfrentamientos en las calles acusando a los judíos y a los inmigrantes de ser los culpables por lo acontecido, y lo mismo con el cuento de que la pureza de la raza con la presunción que daría Hitler de que la aria sería la encargada de solucionar los conflictos sobre el manejo del estado, por ser superiores a las demás, y porque ellos serían en cabeza del Fhurer - Hitler - de corregir lo que tenían que pagar con el acuerdo del pacto de Versalles, que fue el que aporreó a su economía europea, y que se convirtió en el peor holocausto por el que pasó la humandad. Así nos vamos encontrando con mentiras truculentas en las que nos hacen caer algunos personajes, quienes al llegar a la dirección de las arcas gubernamentales, sus ambiciones personales no hacen lo que debería ser normal, como la de ejecutar en favor del pueblo que los eligió, y deciden apropiarse de lo que no les pertenece, y con engaños se enriquecen, mientras alardean de lo bueno que han hecho con los dineros públicos, y por debajo de cuerda hacen malabarismos para quedar bien con sus seguidores y terminan contentos con las ganancias particulares que han hecho a su favor.
Así son las falacias, que con engaños, son las formas como se manipulan las mentalidades de los seguidores, y en otras formas diríamos que así es como se forman las sociedades con los estigmas y estereotipos de esos personajes fantasiosos que abundan en esos medios buscando las oportunidades que la vida les deparará en sus propios beneficios y no en el de sus seguidores, con la apariencia de ser los mejores cuando sus mezquindades algún día saldrán a flote y dejaran ver sus vedaderas intenciones, así como el cuento de Caperucita con el lobo feroz.
Esos son los falaces del poder. Todo para ellos y nada para sus seguidores. Y claro que los judíos al día de hoy resultaron ser los mejores de esas falacias que por ahora quieren ser, y muy parecidos a sus perseguidores facistas y nazistas que incluso parecen ser los mismos de los que hablamos.
Bueno, estas no son mas que imaginaciones de alguien del común de las gentes.
El libro de "Crónicas Polícíacas" remplaza al anterior de "Crónicas Gendarmes" porque contiene otros relatos que antes no estaban y es único en el mercado. Publicado hace muchos años en Amazon.com y Autores editores.com por ahora está en edición nuevamente. Gracias por su benevolencia.
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