El atentado fallido contra Trump fue un peligro para la democracia no solo de los Estados Unidos, sino para cualquier otro país democrático. Como en cualquier otra parte del mundo, un candidato presidencial o un expresidente como lo es Trump, no está exento de un atentado contra su vida, y mucho menos en un país donde la Segunda enmienda de la Constitución favorece la posesión de armas para la defensa de los ciudadanos; y que con los diferentes actos que últimamente se han dado, en donde niños han participado cometiendo crímenes contra sus mismos compañeros de clase y profesores indiscriminadamente, y otros que no son del caso comentar, a pesar que el mismo Trump se opuso a los cambios propuestos por algunos ciudadanos independientes del fragor político, e incluso el mismo gobierno de Biden instó a hacer una reforma necesaria para los mismos norteamericanos, no ha sido posible. Así como sucedió con el joven que atentó contra su vida, y por más que se diga que hubo fallas de seguridad de los encargados de la vigilancia de un candidato que fue presidente, y tal vez por considerar que allí en una población pequeña no existía un peligro real, el hecho fue que este imberbe lo hizo, y muy a pesar de que los mismos ciudadanos advirtieron de su presencia cruzando por los tejados antes de hacer el intento fallido. Una falla humana que tendrá que ser valorada, pero que deja dudas sobre la inconveniencia o no de modificar la constitución que actualmente rige en los Estados Unidos.
Es una forma de pensar que los norteamericanos tienen desde la época de su independencia, y mucho antes cuando libraron cruentas batallas contra los indígenas que sojuzgaron, y que se mantiene desde el 12 de diciembre 1.791 sostenida por generaciones por la voluntad férrea del libre albedrío que persiste a costa de sus muertos, y mucho más cuando ya se han dado asesinatos de presidentes como lo fueron Abraham Lincoln, John Fitzgerald kennedy, el atentado que hubo contra el presidente Franklin Delano Roosevelt y el que sufrió últimamente Ronald Reagan, cuando estas últimas generaciones se han formado bajo los principios de la defensa de derechos que no han podido ser modificados, y cuando se sabe que existen más armas que los mismos habitantes que tiene este país.
Un peligro para la democracia cuando se producen estos atentados que generan malestares ciudadanos que van más allá del sostenimiento como estado de derecho porque vulnera a todos los estamentos sociales, tanto legislativo como judicial en donde el ejecutivo queda al vaivén de los posibles intereses personalistas de los partidos políticos que en buena hora han manifestado a pesar de sus divergencias ideológicas, y del trato que merecen sus simpatizantes, en repudiar dicho acto que en nada favorece a una democracia que está en plena campaña electoral para la elección de un nuevo presidente en noviembre del presente año. Y mucho más, por lo intolerable que resulta agredir a cualquier persona, y mucho más cuando se trata de una que ejerce cierto poder sobre unas multitudes que lo ven como su futuro presidente, o por cualquier otra cosa, que enardecidas pueden hacer variar los fundamentos legales bajo los cuales se rige un país, que con sus decisiones pudieran afectar a gran parte de países sobre los cuales ejercen su influencia.
Un imberbe, por no decir que un niño, que todavía no tenía la madurez suficiente de la que se jactan los adultos para decidir en la toma de sus decisiones, y que lo hizo -es probable- mediatizado por todo ese sin número de acontecimientos sociales y políticos que influyen en el devenir cotidiano de la vida de unos muchachos que deciden por cuenta propia decidir sobre la vida de sus semejantes motivado por sucesos del día a día, mediante un arma de fuego conseguida no se sabe mediante qué medios, pero el hecho es que la libertad y facilidad con que se puede poseer un rifle o armamento de carácter mortal, deberían ser reconsiderados los fundamentos para poseerlas, y ejercer así, un mayor control por parte de las autoridades para conseguirlas, y no con la misma libertad de que ahora gozan los particulares. Es más, es probable que por este acto cometido, pueda llevar a Trump a la presidencia. Todo esto, está por verse.
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