Así lo dio a entender el ministro de relaciones exteriores colombiano: "En el mundo comenzamos a ser modelo de nuevos desarrollos"
La visita de Petro al Despacho Oval del presidente Biden es reflejo de lo que el mundo y sus imaginarios han cambiado porque dicho encuentro entre un presidente exguerrillero y su compromiso radical de izquierda con la omnipresencia histórica del Tío Sam que en otros tiempos propiciara derrocamientos de gobiernos con militares y represión para los pueblos en su patio trasero, y que ahora deja entrever otra actitud muy diferente a la que estábamos acostumbrados. Que esté dispuesto el gobierno norteamericano a hacer suyas las propuestas de la crisis climática y la transición energética, la política de paz ligada a la lucha contra las drogas y la política de seguridad y de reforma agraria son un avance que faltaría por verse; y claro que las intenciones son acordes a esos cambios que se han venido gestando en torno a la influencia de China, ese otro actor internacional que hace presencia en los países latinoamericanos con sus préstamos e intercambios comerciales, que sin ser gratis hacen mella en lo que representaba su poder omnímodo sobre los gobiernos de los países del sur de Ríobravo, en donde todavía algunos estamentos de la élite de su política exterior resuenan con aquella frase de "América para los americanos" de la doctrina Monroe que influyó tanto en estos países con las nuevas políticas surgidas después de la "Segunda Guerra Mundial" y mucho después en sus intentos por reconstruir una historia forjada a través de su dominio, sin olvidar por supuesto el anterior gobierno de Trump. El compromiso de Biden de llevar al Fondo Monetario Internacional ( F:M:I: ) la propuesta de Petro del cambio de la deuda pública por acción climática más su ayuda de 500.000 dólares para la construcción de una economía verde que proteja la selva del Amazonas, marcan un nuevo hito en estas relaciones, además del pedido de construir una red de transmisión eléctrica a escala americana en alusión a lo que fue "La Alianza para el Progreso" de apoyar el cumplimiento de una reforma rural y como quien dice un respaldo de hecho a las políticas de Petro que en este aspecto dijo: "Necesitamos más embarcaciones, más lanchas, más drones. Hasta ahora los resultados de la interdicción son buenos, comparados con los que se tenían en el mismo periodo en el Gobierno pasado; se ha triplicado la interdicción de insumos”, aceptando de paso los peligros del cambio climático, fortaleciendo las economías y combatiendo el narcotráfico, considerando a Colombia como la piedra angular de los esfuerzos compartidos para construir un hemisferio más próspero, igualitario y democrático, y también promover los diálogos de la oposición venezolana con Maduro para unas elecciones libres y democráticas para que entre de nuevo al Sistema Interamericano de los Derechos Humanos, y paulatinamente desactivar progresivamente las sanciones de Los Estados unidos. Un encuentro que avizoran senderos en las estrategias políticas y sociales en los dos países con fundamento en las intenciones de los gobernantes.
