Terapias para despistar

Aunque vengo hablando de las historias que vivió uno de los personajes que conocí hace años, debo de decir que existen este tipo de trabajos en donde te engañan, y con esto te dañan toda tu labor cotidiana porque termina olvidando lo que estabas haciendo, y se los cambian por otros imaginarios, y hasta resultan otros que ni conocías ni sabía que existían. Te cambiaron tu historia por otras, y de paso eres otro. Esta podría ser la historia de un autista que por su condición ha vivido casi solo en apariencia durante años desde los 70 del siglo pasado, y que otros durante todo ese tiempo han tratado de cualquier manera vulnerar, desquiciar, manipular, enredar, y como en el caso del que estoy hablando y del que hace poco volví a saber por los lados del parque Ambalema  en que vivió una situación personal que lo transformó hace aproximadamente un año antes de comenzar la pandemia del Covid 19, y donde casi se muere de tensión alta, perdida de su autocontrol, mareos, y que cada año por esa misma época siempre ha vivido situaciones extrañas por cuenta de imaginarios falaces luego que vendedores de calles, y otros que no andaban bien en sus cabales le salían como si alguien de los Pilatos se los arrojaran en esos trabajos que son suigeneris porque siempre han cambiado de estrategias  durante todos estos años donde todo mundo presume quién es él, menos él mismo porque desconoce de sus intrigas y complots. Su vida ha estado en las manos de los que han estado creando su historia, y parecida a esos perfiles falsos que se hacen por las redes sociales. El personaje que digo que después de vivir en otro país, regresó para que otros lo despistasen en medio de esos legados de los que quieren que no conozca. Bueno, digo que como si fuera el más buscado como el personaje de Kafka en "El Proceso" llevada al cine por Orson Welles en que la ley lo enreda sin saber porqué, y otros son los que cuentan sus historias  qué desconoce y a su manera van urdiendo otras fantásticas. Y aunque no crea se parecen a los personajes que Shakespeare creó en el teatro isabelino, que la misma fama de este no se compara por lo escrito por kafka pero que tienen un hilo común sobre la manera de ejercer el poder en que tanto este director que trascendió a la fama y le dio vida a la lengua inglesa lo mismo que hizo Miguel de Cervantes Saavedra con "El Quijote" y su influencia en la lengua española; la de Kafka ha trascendido por ese vericueto en que el hombre es enredado entre leyes que desconoce, pero al estilo de Shakespeare representan el poder, que es el hilo común de esta historia donde las tramas de estos personajes como títeres le van organizando festines  entre cada acto de la obra, y que ha sido su vida misma  en esas ferias de circos que con  cada llegada a una ciudad,  o a una vivienda, y que son diferentes para los tipos de públicos, y en los que cada uno de estos va decidiendo cuál va siendo su comportamiento y su destino.  Son entornos histriónicos donde los personajes de Shakespeare salen a relucir en medio de lo absurdo en que la realidad se trastoca con lo inverosímil,  y en el que terminan en los espejismos que a veces vemos en el cine. Las paredes le hablan y lo escuchan en medio de esas alegorías en que si dice alguna cosa lo llaman desde algún celular para decirle que no lo puede hacer, y a sabiendas que quedan grabadas sus voces durante más de medio año en las redes, en esos trabajos de torturas sicologicas que son delitos de lesa humanidad. Son terapias para despistar porque como en el caso del personaje que digo en Venezuela en el primer trabajo que tuvo, y de eso ya casi 30 años, le dieron un recibimiento parecido donde los imaginarios de esa época en las que un pelotón de la G.N. ,junto con algunos de los dueños de aquel condominio aparentaron un allanamiento cuando hasta ese momento recibía el trabajo por el presidente de la junta de aquel condominio llamado "Los Corsarios" en 1.994 y a sabiendas que no había recibido la legalización de la visa tal y como le ha sucedido con frecuencia en las ocasiones que ha ido a hacer diligencias relacionadas con la registraduría en Colombia y en una notaria de esta ciudad hace poco en el Jordán, donde le respondieron que lo que buscaba no figuraba; y entonces comienza ese proceso de búsqueda y espera, mientras le hacen perder el tiempo y el dinero que no tenía. El imaginario del que digo ha vivido todas esas situaciones que incluso un hermano medio de este, cuando lo llevaron a los estados extremos de la paranoia de la sin razón donde quedó con varillas de titanio en la columna vertebral,  luego que recibió la cédula suya, mientras lo recibían en el hospital de la Hortua hasta que con el tiempo tuvo que sacar otro duplicado, pues resultó indocumentado en su propio país, y se la extravió con el cuento de que no le había dado ningún documento. Estaba completamente ido de la cabeza. Y así entre amenazas sibilinas se van divirtiendo de lo lindo. O por ahí cerca en el mismo sector, hay otro que quiso salir a jugar al bate con él con un palo  de escoba, y por cuenta de otros del mismo sector de Multicentro, y muy parecido a uno que lo quiso atracar en una madrugada del primer diciembre que estuvo luego regresar después de muchos años, y al que ve con frecuencia todo ido de si mismo. Una historia en que se repite como si algún imaginario hubiera tenido un interés en todo este tiempo en que ha estado en esta ciudad, lo mismo que le sucedió en Bogota y antes en Venezuela a donde ha llegado a vivir, y como si desde lo alto otro quisiera que no supiera de algún legado oculto, de esos que son condicionales, por qué si no, cuál es el cuento, se preguntarán si no tiene en que caer muerto. Terapias para despistar de imaginarios. Pilatos, digo respecto de estos personajes que hablan por las paredes, a pesar que nuestro personaje lo tienen pintado como ido de si mismo, mientras a cuenta del Pilatos que ha constreñido a más de uno, continúa en su labor, lo mismo que sucede en la película de "El Proceso" de Orson  Welles. Terapias para enloquecer a otros, o tal vez para despistar. Y así es como a cualquier persona le van formando fijaciones sicológicas, como en el caso del personajes que estoy contando, en que ya no es el mismo. En derecho se llaman torturas sicológicas. Entre el común de las gentes algunos llaman a este tipo de trabajos como el arte de enloquecer. 

Ayer...