Estamos solos en el mundo?


Una pregunta que nos hacíamos desde que estábamos jóvenes y la continuamos haciendo, ya no tanto  para confundirnos con esa pregunta que a todos nos atañe: "Dios existe, o no?". La ciencia mediante los nuevos inventos de la tecnología y los avances de nuestro conocimiento para ver el mundo que nos rodea mediante los telescopios que utilizan el prodigio de la inteligencia artificial más los sofisticados satélites y sondas interestelares que nos acercan aún más a los origenes de los planetas  y a  la materia intergaláctica que  permite discernir  un mundo en expansión en que la vía  galáctica a la que pertenecemos se aleja de los otros sistemas solares  y de todo ese cúmulo de estructuras cósmicas que llamamos galaxias que son parte de nuestro universo más cercano, y que día a día  se están alejando incluyendo nuestra "Vía Láctea" adonde la tierra es el hogar que nos permite vivir lo mismo que a nuestros compañeros de viaje como lo son los otros seres vivos que nos acompañan con todo ese ecosistema donde la exuberancia de la vida se multiplica sin importarnos qué tanto debemos cuidar nuestro medio ambiente para que el agua dulce y todos esos milagros que llamamos vida sigan existiendo y nuestras generaciones y descendientes perduren por otros millones  de años y no trunque nuestro proceso de desarrollo que desde que tenemos conocimientos los seres humanos somos los privilegiados  por nuestra humanización y creatividad que nos dieron el uso de las manos, nuestra andadura erguida o vertical con los pies sobre la tierra, y el lenguaje como factores que permitieron el desarrollo de nuestro sistema cerebral que nos dan la inteligencia en conexión coordinada con los músculos de nuestros cuerpos como seres trascendentales en la tierra que con los descubrimientos sobre el manejo de la materia, el uso de los nuevos medios tecnológicos  han logrado también crear la inteligencia artificial para estudiar posibles comportamientos de los fenómenos naturales y de la vida en otros miles de años atrás, y así discernir de dónde provenimos o hacia donde vamos con la existencia del hombre como ser humano. Si bien es cierto que esos conceptos de Dios han cambiado, ahora estamos dilucidando que no podemos estar solos dentro de los miles y millones de planetas y galaxias en las que es muy unprobable que exista vida,  ya que los científicos han descubierto que existen planetas a miles de millones de años luz que pueden tener las condiciones naturales parecidas a la tierra para que exista; además  sabemos que el carbono y el hidrógeno y el nitrógeno existen en todo el universo conocido lo mismo que en los planetas más cercanos y que como en Marte en otro tiempo hubo y hay el agua tan indispensable  con los elementos químicos que dijimos fundamentales para que exista la vida de la que somos partes integrales. Ya los robots que inventamos seguramente nos dejarán perplejos cuando tengamos unos semejantes a nosotros que incluso  puedan tener el conocimiento de esos conceptos morales y éticos encriptados dentro del  flujo de  la inteligencia artificial      que nos disuadan de que en realidad somos los mismos dioses en los que creyeron las antiguas civilizaciones que como los griegos los humanizaron con sus mitos  mediante las leyendas que todavía perduran en nuestra civilización occidental. Esa teoría que dice que adonde haya agua hay vida, ya la sabemos. Dos atomos de hidrogeno y uno de oxigeno que llamamos agua y que con el carbono y nitrógeno son la base de la vida. Pero por qué no otra forma de vida que todavía no conocemos y que algunos científicos se atreven a predecir sobre otras formas de la existencia con otro elemento químico con las mismas características físicas que nos induzcan a creer que puede existir vida diferente a nosotros. Lo que si es probable que la existencia de la vida tal y como la conocemos puede existir con otras variantes, tanto así que pueden ser con desarrollos más sofisticados que el de los humanos con civilizaciones más avanzadas, y por eso con cada proyecto interplanetario que hay, nuestros científicos de las grandes potencias fuera de especular envían sondas que viajarán durante siglos con mensajes de lo que somos los humanos en la tierra para que llegado el momento se sepa del planeta azul como fuente de vida en la que los hombres somos el eslabón más alto de esa cadena de la vida a pesar que hemos sido los mayores destructores de esta y los únicos que estamos destruyendo ese equilibrio ecológico que nos permite vivir y desarrollar como hombres y seres pensantes. Todavía no lo sabemos, pero si es probable que existan otros seres pensantes en los miles de planetas y galaxias que hay en el universo. Si Dios existe es probable que sea muy diferente a lo que creemos. Por ahora conformemonos que la naturaleza siempre nos va dando respuestas a nuestras incógnitas acerca de la existencia de la vida sin discutir con otros por tener ideas diferentes porque somos parte y compañeros de viaje en esto que llamamos vida y humanidad en un planeta que llamamos azul y que seguramente si otros seres inteligentes lo ven desde la distancia de los miles de años luz a que están respecto de nosotros sabrán de nuestra existencia. No lo destruyamos porque es lo único que tenemos.