Trump: "Un líder de pies de barro"


Todo lo que se diga acerca del presidente que ha representado el "Sueño Americano" para el mundo no es nada en comparación con el personaje que como una novela desde los albores de siglo XiX  en Nueva York, refleja el desarrollo de un país que atrajo a inmigrantes de diferentes parte del mundo a construir sus sueños orientados a un mejor bienestar de  vida con la esperanza que sus descendientes fueran y vivieran mejor que ellos. Y en verdad muchos lo han logrado a base de esfuerzos, tanto que la fama ha hecho que hoy por hoy los Estados Unidos reflejen ese sueño. Sus triunfos y logros son muchos, que van desde los adelantos científicos técnicos, en las artes y el cine, y que adentrados en los avances de la medicina, y muchos otros logros en el campo cibernéticos y la conquista del espacio, no se hubieran dado sin la participación de los inmigrantes que han sido los pilares de ese desarrollo. 

El mismo Trump hace parte de ese sueño.Descendente de extranjeros en su oficio del comercio con los bienes raíces nos recuerda a Manhatan Transfer, novela que se gestó por la misma época en que su padre cimentaba su futuro, y el de los suyos, que más tarde serían dirigidos por su hijo, el actual presidente que en cierta medida maneja los destinos del mundo para bien o para mal.Y como tal actúa al estilo de los conquistadores del viejo oeste que todos conocemos. Los personajes aparecen y desaparecen en los avatares del desarrollo de esa ciudad que hoy es la capital del mundo, adonde unos triunfan y otros serán olvidados lo mismo que ha sido con los soldados que han participado en las diferentes guerras que han ido desde que se convirtió en la potencia que ha defendido los supuestos pilares de la democracia de la democracia occidental, y que como nación a pesar de todos sus errores su pueblo encarna desde sus comienzos el espíritu de la libertad y la igualdad en un mundo globalizado, adonde todo el que quiera triunfar no tiene más que emprender ese largo camino en una sociedad que hace gala del más acendrado capitalismo, para que sus sueños se realicen. 

Trump es el principal exponente de ese sueño que contrario a lo que todos pensamos, hace parte de esas creencias que inspiraron la segregación racial que nos recuerda a La cabaña del Tío Tom adonde más tarde con la guerra civil se daría al traste con esa postura en aras de un mayor desarrollo con el crecimiento de la producción industrial, el invento de la electricidad, el motor de gasolina, y la llegada de los miles de inmigrantes latinos y de otras nacionalidades que hoy se equiparan con los mismos derechos que tienen los nacidos en país del norte.

Como en la novela de Jhon Dos Pasos aparece el del personaje abogado que triunfa con sus litigios, y los negociantes de finca raíz  que a la par del crecimiento de las grandes fábricas, la ciudad se va extendiendo con la aparición de sus grandes edificaciones, como lo es el viejo Empire State y otros dentro de los que estuvieron Las Torres gemelas entre la sordidez de una sociedad que hace gala del derroche del dinero para hacer grandes edificaciones, que como en el caso de Trump con sus negocios inmobiliarios, a pesar de las bancarrotas, ha roto todos los esquemas morales para trascender obteniendo ayudas estatales para sus logros, y que gracias a sus dotes histrionicas y su capacidad económica lo llevaron a manejar el concurso de Mis Universo, y mediante el reality show de "El Aprendiz" lograra ejercer influencia en sus futuros seguidores que a la postre le dieron el triunfo a la presidencia, a pesar de ser considerado por la mayoría de sus opositores incluyendo a los mismos medios de comunicación que no se cansaron de denostar contra sus debilidades humanas respecto del maltrato a las mujeres, a sus declaraciones racistas y a la persecución contra los inmigrantes, que como en el viejo oeste muy al estilo de Ronald Reagan y sus películas, habló de lo que quería para su país en contra vía a lo que pensaban los países desarrollados sobre el cambio climático, el de los hijos de inmigrantes indocumentados nacidos en Estados Unidos (Los famosos soñadores), la construcción del muro en la frontera con México para detener la ola de indocumentados que viajan hacinados en el famoso tren que atraviesa a Centroamérica para ir a trabajar como indocumentados en las grandes fincas norteamericanas, pero que solo lo logran unos pocos, por que los demás mueren o se quedan en el camino en medio de violencias y desgarres humanos donde la droga y las mafias se manifiestan de manera radical en ese largo viaje.

Trump logró lo que quería a pesar de sus pies de barro. Sus seguidores lo idolatran sobre todo en el territorio rural de este país hermano, y quieren ver realizado la grandeza del pueblo americano aislándose de los pactos del libre comercio, y muy a pesar de su aparente boom económico, es probable que esos pies de barro con el tiempo sean la fuente de otras disputas no solo internas en los Estados Unidos, sino con la que se puede avecinar por haber declarado a Jerusalen como la capital de Israel en una región convulsa por las guerras y desigualdades, cuando todavía los palestinos discuten la creación de su nación como estado, en la tierra que también fue de ellos, en medio de la violencias religiosas de los seguidores de Mahoma que proclaman a los cuatro vientos su lucha contra el Tío Sam.

Así es Trump. Aunque parece salido de una novela en la vida real muchos lo detestan y otros lo aplauden.
¿Hasta cuándo?


siguenos en facebook siguenos en Twitter Canal de youtube Sígueme en Likedin