¿Arde París? Aquella película que todos conocimos basada en hechos reales sobre la descripción que nos hace Larry Collins y Dominique Lapierre en los momentos anteriores a la Liberacción de París por parte de Las Fuerzas Aliadas, Las Fuerzas Francesas Libres, y los Movimientos de Resistencia Interior adheridos en su mayoría al Partido Comunista Francés en la Segunda Guerra Mundial sobre la pregunta de Hitler que durante cuatro años la tuvo ocupada, y dio la orden en los últimos días a Dietrich von Choltitz, gobernador de dicha ciudad, de resistir hasta el último hombre y de destruirla mediante cargas explosivas controladas en los principales monumentos de la ciudad, y arrasar con todo en aquellos barrios donde el ejercito alemán encontraran resistencia y apoyo a las tropas de liberación, orden que no cumplió y que ahora sobre La París desbordada por manifestantes en su mayoría por jóvenes que oscilan entre los 12 y 18 años la tienen sitiada en protesta por asesinato de Nahel, joven de 17 años asesinado cuando iba al volante de un coche por no acatar la orden tras negarse al control policial de un disparo en el tórax, cuya familia es de origen argelino que vivía con su madre en Nanterri, matriculado en una escuela para ser electricista, jugaba el rugbi, repartía comida y que como tantos otros migrantes y también nacidos allí sienten el peso de no ser reconocidos con el derecho a la vida y a la libertad, a no estar sometidos a esclavitud ni a torturas, a la libertad de opinión y de expresión, a la educación y el trabajo entre otros muchos en cualquier otra parte del mundo, y de los cuales lo mismo que la mayoría de los que están protestando ven con su muerte el sentimiento de frustración en una sociedad que durante muchos años ha sido el reflejo de lo que hoy representan las democracias occidentales, y que hoy arde en medio del saqueo y la destrucción que nos recuerda también los que murieron por las libertades en otra época como lo fuera "La Comuna de París" que desde el 18 de marzo hasta el 28 de mayo de 1.871 gobernó a París por un movimiento eminentemente obrero y con un espíritu de socialismo autogestionario. Una historia que se repite a diario en muchas otras partes y que en Francia por ser Macron uno de los más representativos de la Unión Europea pone al desnudo los sentimientos del fracaso en que viven muchos de sus ciudadanos, no solo por la impopular ley que promulgó sobre la reforma de las pensiones que retrasa la edad de
jubilación y amplía la exigencia de años cotizados, por los migrantes que no son reconocidos por los oficios que desempeñan para el bien de esas comunidades europeas y que reflejan en buena parte los sentimientos de chasco cuando los ciudadanos no ven en sus propios países la solución de los problemas más apremiantes como el de la vida y su misma alimentación para ellos y sus familias, y para los mismos franceses que con estas respuestas demuestran el rechazo a las políticas de un gobierno que va en contra vía de sus mismas aspiraciones.
